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La atenci贸n primaria est谩 cambiando: el acceso y la calidad est谩n en juego

La atenci贸n primaria est谩 cambiando: el acceso y la calidad est谩n en juego

(蘑菇影院 Health News illustration; Getty Images)

Lucia Agajanian es productora de cine freelance, tiene 25 a帽os, es de Chicago y no tiene un m茅dico de cabecera. Prefiere la comodidad de ir a una cl铆nica local para vacunarse contra la gripe o conectarse a Internet para consultas por video. “Dices lo que necesitas y hay una espera de 15 minutos”, dijo, explicando c贸mo suelen funcionar sus citas. “Eso me encanta”.

Pero Olga Luc铆a Torres tiene 52 a帽os, imparte clases de medicina narrativa (un enfoque m茅dico que utiliza las historias personales de los pacientes en la pr谩ctica cl铆nica) en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y dijo echar de menos a su m茅dico de cabecera de toda la vida. El doctor estuvo pendiente durante durante dos d茅cadas de sus dolencias, como el lupus y la artritis reumatoide, y se aseguraba de que estuviera al d铆a con las vacunas y las pruebas de detecci贸n.

Hace dos a帽os, Torres recibi贸 una carta en la que se le informaba de que se cambiaba a una “consulta boutique” y que le cobrar铆a un anticipo de $10,000 por seguir siendo su paciente.

“Me sent铆 muy triste y abandonada”, cont贸 Torres. “Era mi m茅dico de cabecera. Pensaba que yo era una prioridad para 茅l”.

Las dos mujeres reflejan una realidad actual: el panorama de la atenci贸n primaria est谩 cambiando de una manera que podr铆a modificar el acceso y la calidad de la atenci贸n de los pacientes ahora y en las pr贸ximas d茅cadas.

Una relaci贸n s贸lida y duradera con un m茅dico de atenci贸n primaria 鈥攓ue conozca el historial del paciente y pueda vigilar nuevos problemas鈥 se ha considerado durante mucho tiempo la base de un sistema sanitario de calidad. Pero la inversi贸n en atenci贸n primaria en Estados Unidos es inferior a la de otros pa铆ses de altos ingresos, y el porcentaje de m茅dicos de atenci贸n primaria es menor que en la mayor铆a de sus hom贸logos europeos.

Se calcula que un tercio de todos los m茅dicos de Estados Unidos son de atenci贸n primaria 鈥攓ue incluye m茅dicos de familia, internistas generales y pediatras鈥, seg煤n el Robert Graham Center, una organizaci贸n de investigaci贸n y an谩lisis que estudia la atenci贸n primaria. Seg煤n el s贸lo el 12% de los m茅dicos estadounidenses son generalistas, frente al 23% de Alemania y el 45% de los Pa铆ses Bajos.

Esto significa que a menudo es dif铆cil encontrar un m茅dico y las citas pueden tomar semanas o meses.

“Es un problema que se ha ido cocinando a fuego lento y que ahora empieza a estallar en algunas comunidades en plena ebullici贸n. Es dif铆cil encontrar esa puerta de entrada al sistema sanitario”, afirm贸 Ann Greiner, presidenta y CEO de , una organizaci贸n sin fines de lucro.

En la actualidad, el porcentaje de m茅dicos que se incorporan a este campo es menor que el de los que ejercen, lo que sugiere que .

El inter茅s ha disminuido en parte porque, en Estados Unidos, la atenci贸n primaria ofrece salarios m谩s bajos que otras especialidades m茅dicas y quir煤rgicas.

Algunos m茅dicos que ejercen afirman estar agotados, ya que se enfrentan a engorrosos sistemas de historias cl铆nicas electr贸nicas y a limitaciones en los horarios de consulta, lo que dificulta conocer al paciente y establecer una relaci贸n.

Otros se jubilan o venden sus consultas. Los hospitales, las aseguradoras como Aetna-CVS Health y otras empresas como Amazon est谩n , alej谩ndose as铆 del m茅dico de cabecera al estilo de la serie de los 70 .

Alrededor del 48% de los m茅dicos de atenci贸n primaria trabajan actualmente en consultas que no son de su propiedad. Dos tercios de ellos no trabajan para otros m茅dicos, sino para inversores de capital privado u otras entidades corporativas, seg煤n datos del , que recopila y publica el Graham Center.

A los pacientes que van a estas consultas no siempre los atiende el mismo m茅dico. De hecho, es posible que no los atienda un m茅dico, sino un paraprofesional 鈥攗na enfermera o un auxiliar m茅dico, por ejemplo鈥 que trabaje bajo la licencia del m茅dico.

Esta tendencia se aceler贸 por nuevas leyes estatales, y por cambios en la pol铆tica de Medicare, que flexibilizan los requisitos para los supervisores m茅dicos y la facturaci贸n. Y se espera que estos puestos de trabajo est茅n entre en el sector de salud.

En general, la demanda de atenci贸n primaria aumenta, estimulada en parte por la inscripci贸n r茅cord en los planes de los mercados establecidos por la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). Todos esos nuevos pacientes, combinados con la escasa oferta de m茅dicos, contribuyen a una en el n煤mero de personas que declaran tener una fuente habitual de atenci贸n, ya sea un m茅dico individual o una cl铆nica o consulta espec铆fica.

Los investigadores afirman que esto plantea interrogantes sobre si los pacientes no pueden encontrar un m茅dico de atenci贸n primaria, no pueden pagarlo, o simplemente ya no quieren una relaci贸n permanente.

“驴Se trata de un acceso deficiente o de problemas con la oferta de proveedores? 驴Refleja una desconexi贸n social?”, se pregunt贸 Christopher Koller, presidente del Milbank Memorial Fund, una fundaci贸n cuyos an谩lisis no partidistas se centran en la pol铆tica de salud estatal.

Para los pacientes, una consecuencia frustrante son los tiempos de espera. Seg煤n una realizada por una empresa de contrataci贸n de m茅dicos, ahora se tarda una media de 21 d铆as en ver a un m茅dico de medicina familiar, un subgrupo de la atenci贸n primaria que incluye a internistas generales y pediatras.

Estos m茅dicos son la primera parada de muchos pacientes para recibir atenci贸n m茅dica. Esto va en contra de la tendencia de otros pa铆ses, donde los pacientes se quejan de esperas de meses o a帽os para procedimientos electivos como las pr贸tesis de cadera, pero suelen tener esperas cortas para las visitas de atenci贸n primaria.

Otra complicaci贸n: todos estos factores agregan urgencia a la actual preocupaci贸n por atraer a nuevos m茅dicos de atenci贸n primaria a la especialidad.

Cuando estudiaba medicina, Natalie A. Cameron dice que eligi贸 espec铆ficamente la atenci贸n primaria porque le gustaba establecer relaciones con los pacientes y porque “me interesan espec铆ficamente la prevenci贸n y la salud de la mujer, y eso se hace mucho en atenci贸n primaria”.

La doctora, de 33 a帽os, es actualmente profesora de medicina en la Universidad Northwestern, donde tambi茅n atiende a pacientes en una consulta de atenci贸n primaria.

Aun as铆, entiende por qu茅 muchos de sus colegas eligieron otras especialidades. Para algunos, es la diferencia salarial. Para otros, se debe a la reputaci贸n de la atenci贸n primaria de implicar “muchos cuidados y papeleo y coordinar muchas cuestiones que pueden no ser s贸lo m茅dicas”, dijo Cameron.

La pregunta del mill贸n es 驴en qu茅 medida influye tener una fuente habitual de atenci贸n en los resultados m茅dicos y el costo? 驴Y para qu茅 tipo de pacientes es importante tener una relaci贸n estrecha con un m茅dico?.

Aunque los estudios demuestran que muchos j贸venes valoran la comodidad de ir a una cl铆nica de urgencias 鈥攅specialmente cuando se tarda tanto en ver a un m茅dico de atenci贸n primaria鈥, 驴se resentir谩 su salud a largo plazo por esa elecci贸n?

Muchos pacientes, sobre todo los j贸venes y generalmente sanos, se encogen de hombros ante la nueva normalidad y adoptan alternativas que requieren menos espera. Estas opciones resultan especialmente atractivas para los millennials, que afirman en que la comodidad de una videollamada o una visita a una cadena de cl铆nicas supera a una relaci贸n duradera con un m茅dico, sobre todo si tienen que esperar d铆as, semanas o m谩s para una cita tradicional.

“El m茅dico que tengo es un amigo de la familia, pero sin duda preferir铆a el acceso y la comodidad a una relaci贸n”, afirm贸 Matt Degn, de 24 a帽os, que dice que puede tardar de dos a tres meses en conseguir una cita rutinaria en Salt Lake City, donde vive.

Los pacientes recurren cada vez m谩s a las llamadas “cl铆nicas minoristas”, como las Minute Clinics de CVS, que ofrecen “atenci贸n presencial y virtual 7 d铆as a la semana”.

Las m谩s de 1,000 cl铆nicas que CVS Health tiene en sus tiendas de Estados Unidos atendieron a m谩s de 5 millones de personas el a帽o pasado, seg煤n declar贸 por escrito Creagh Milford, m茅dico y vicepresidente de salud minorista de la empresa. Milford cit贸 un estudio reciente realizado por una , seg煤n el cual el uso de cl铆nicas minoristas en los 煤ltimos cinco a帽os.

Expertos en pol铆tica sanitaria afirman que m谩s alternativas de r谩pido acceso puede ser positivo, pero no lo es renunciar a una relaci贸n continua con un proveedor habitual, sobre todo a medida que la gente envejece y tiene m谩s probabilidades de desarrollar enfermedades cr贸nicas u otros problemas m茅dicos.

“Hay muchos datos que demuestran que las comunidades con mucha atenci贸n primaria gozan de mejor salud”, afirm贸 Koller.

Estudios demuestran que las personas que tienen un m茅dico de atenci贸n primaria o una consulta habitual tienen m谩s probabilidades de recibir atenci贸n preventiva, como pruebas de detecci贸n del c谩ncer o vacunas contra la gripe, y si sufren un infarto.

Los m茅dicos que ven a sus pacientes con regularidad son m谩s capaces de detectar patrones de problemas aparentemente menores que podr铆an convertirse en un problema de salud grave.

“Qu茅 ocurre cuando uno acude a cuatro m茅dicos distintos en cuatro plataformas por infecciones del tracto urinario (ITU) porque, bueno, son s贸lo ITUs”, plante贸 Yalda Jabbarpour, m茅dica de familia que ejerce en Washington, DC y directora del Robert Graham Center for Policy Studies. “Pero en realidad, tienes un c谩lculo renal grande que te est谩 causando la ITU o tienes alg煤n tipo de inmunodeficiencia como la diabetes que te est谩 causando infecciones frecuentes. Pero nadie te ha hecho la prueba”.

La mayor铆a de los expertos coinciden en que averiguar c贸mo coordinar la atenci贸n en medio de este panorama cambiante y hacerla m谩s accesible sin menoscabar la calidad 鈥攊ncluso cuando intervienen distintos m茅dicos, ubicaciones, sistemas sanitarios e historias cl铆nicas electr贸nicas鈥 ser谩 tan complejo como las presiones que provocan largas esperas y un menor inter茅s en el mercado actual de la atenci贸n primaria.

Y las experiencias a veces llevan a los pacientes a cambiar de opini贸n.

Hay algo positivo en mantener una relaci贸n con tu m茅dico, dijo Agajanian. La paciente de  Chicago se est谩 replanteando su decisi贸n de optar por la comodidad en su atenci贸n m茅dica, en lugar de ir a un m茅dico de cabecera o a una cl铆nica espec铆fica, tras una lesi贸n laboral el a帽o pasado que le oblig贸 a operarse del hombro.

“A medida que envejezco, aunque sigo siendo joven, tengo todos estos problemas con mi cuerpo, y estar铆a bien tener a un profesional que conozca mis problemas y con quien hablar”.