蘑菇影院

Skip to content
Tres personas heridas en el desfile del Super Bowl viven con balas que siguen alojadas en sus cuerpos
Three photos are shown in a collage. The left photo is a portrait of a woman standing indoors with a walker. The top right photo shows a woman in a hospital bed. The bottom right photo shows a man in a Kansas City Chiefs jersey carrying his daughter on his shoulders.
Sarai Holgu铆n (izq.), Mireya Nelson (arriba a la derecha) y James Lemons (abajo a la derecha) todav铆a tienen una bala o fragmentos de bala en sus cuerpos despu茅s de recibir disparos en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, en Missouri, en febrero. La recuperaci贸n de esas heridas es sumamente personal e incluye una sorprendente zona gris en la medicina: si se deben o no retirar las balas. (Christopher Smith for 蘑菇影院 Health News; Erika Nelson; Brandie Lemons)

Tres personas heridas en el desfile del Super Bowl viven con balas que siguen alojadas en sus cuerpos

James Lemons, de 39 a帽os, quiere que le extraigan la bala de su muslo para poder volver a trabajar.

Sarai Holgu铆n, de 71 a帽os y originaria de M茅xico, ha aceptado la bala alojada cerca de su rodilla como su “compa”, es decir, una amiga cercana.

A Mireya Nelson, de 15, la alcanz贸 una bala que atraves贸 su mand铆bula y le rompi贸 el hombro, donde quedaron fragmentos. Por ahora vivir谩 con ellos, mientras los m茅dicos monitorean los niveles de plomo en su sangre por al menos dos a帽os.

A casi tres meses del tiroteo en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, que dej贸 al menos 24 personas heridas, recuperarse de esas heridas es algo profundamente personal e incluye una sorprendente 谩rea gris de la medicina: si las balas deber铆an o no extraerse.

El protocolo m茅dico no ofrece una respuesta clara. Una encuesta de 2016 entre cirujanos revel贸 que de los encuestados trabajaban en instalaciones m茅dicas que ten铆an normas sobre la extracci贸n de balas.

Los m茅dicos en Estados Unidos a menudo dejan las balas enterradas profundamente en el cuerpo de una persona, al menos al principio, para no causar m谩s trauma.

Pero a medida que la violencia armada surge como una epidemia de salud p煤blica, si esa pr谩ctica es la mejor.

Algunos de los heridos, como James Lemons, quedan en una situaci贸n precaria. “Si hay una manera de sacarla y se saca de forma segura, s谩quenla fuera de la persona”, dijo Lemons. “Hagan que esa persona se sienta m谩s segura consigo misma. Y que no tengas que estar caminando con ese recuerdo dentro de t铆”.

Lemons, Holgu铆n y Nelson est谩n sobrellevando las cosas de manera muy diferente.

El dolor se convirti贸 en un problema

Tres d铆as despu茅s de que los Chiefs ganaran el Super Bowl, Lemons condujo las 37 millas desde Harrisonville, Missouri, hasta el centro de Kansas City para celebrar la victoria. Lemons, quien trabaja en un dep贸sito, llevaba a su hija de 5 a帽os, Kensley, en sus hombros cuando sinti贸 una bala entrar en la parte posterior de su muslo derecho.

A photo of a man at the Kansas City Chiefs Super Bowl parade carrying his daughter on his shoulders.
James Lemons llevaba a su hija Kensley en los hombros en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs cuando sinti贸 una bala entrar en la parte posterior de su muslo derecho. Dijo que su primer pensamiento en medio del caos fue llevar a su familia a un lugar seguro.(Brandie Lemons)

Los disparos se desataron en un 谩rea abarrotada de fans, , despu茅s de una “confrontaci贸n verbal” entre dos grupos. Los detectives encontraron “m煤ltiples cartuchos de bala calibre 9 mm y .40” en el lugar. Lemons dijo que entendi贸 inmediatamente lo que estaba sucediendo.

“Conozco mi ciudad. No estamos lanzando fuegos artificiales”, dijo.

Mientras se tiraban al  suelo, Lemons protegi贸 el rostro de Kensley para que no golpeara sobre el cemento. Su primer pensamiento fue llevar a su familia 鈥攕u esposa, Brandie; su hija de 17 a帽os, Kallie; y su hijo de 10 a帽os, Jaxson鈥 a un lugar seguro.

“Me dispararon. Pero no te preocupes”, record贸 Lemons que le dijo a Brandie. “Tenemos que irnos”.

Llev贸 a Kensley en sus hombros mientras la familia caminaba una milla hasta su auto. Al principio su pierna sangraba a trav茅s de sus pantalones, pero despu茅s par贸, dijo. Ard铆a de dolor. Brandie insisti贸 en llevarlo al hospital, pero el tr谩fico estaba estancado, as铆 que encendi贸 las luces de emergencia y condujo en la direcci贸n opuesta.

Lemons record贸 que ella dijo: 鈥溾橳e estoy llevando al hospital. Estoy cansada de que la gente se interponga en mi camino'”. “Nunca hab铆a visto a mi esposa as铆. La mir茅 y pens茅, ‘esto es algo sexy'”.

Cont贸 que le sonri贸 a su esposa y aplaudi贸, a lo que ella respondi贸: “驴Por qu茅 est谩s sonriendo? Acaban de dispararte”. Se mantuvo en silenciosa admiraci贸n hasta que los detuvo un sheriff, que llam贸 a una ambulancia, record贸 Lemons.

Lo llevaron a la sala de emergencias de University Health, que ese d铆a , incluidos ocho con heridas de bala. Las placas mostraron que la bala apenas hab铆a esquivado una arteria, dijo Lemons.

Los m茅dicos limpiaron la herida, pusieron su pierna en un aparato ortop茅dico y le dijeron que regresara en una semana. La bala todav铆a estaba en su pierna.

“Me sent铆 un poco desconcertado, pero pens茅, ‘Est谩 bien, lo que sea, saldr茅 de aqu铆'”, record贸 Lemons.

Cuando regres贸, los m茅dicos le quitaron el aparato ortop茅dico pero le explicaron que a menudo dejan balas y fragmentos en el cuerpo, a menos que se vuelvan demasiado dolorosos.

“Entiendo, pero no me gusta eso”, dijo Lemons. “驴Por qu茅 no la sacar铆as si pudieras?”

Leslie Carto, vocera de University Health, dijo que el hospital no puede comentar sobre la atenci贸n de pacientes debido a las leyes federales de privacidad.

Los cirujanos generalmente extraen las balas cuando las encuentran durante la cirug铆a o cuando est谩n en lugares peligrosos, como en el canal espinal, o a punto de da帽ar un 贸rgano, explic贸 , cirujano pedi谩trico del Connecticut Children’s.

Campbell tambi茅n preside el Comit茅 de Prevenci贸n y Control de Lesiones del Comit茅 de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos, que trabaja en la prevenci贸n de lesiones por armas de fuego.

, cirujano entrenado en trauma y fundador de la  en St. Louis, dijo que los or铆genes de la atenci贸n del trauma tambi茅n ayudan a explicar por qu茅 las balas generalmente no se extraen.

“La atenci贸n del trauma es medicina de guerra”, dijo Punch. “Est谩 preparada para estar lista en cualquier momento, todos los d铆as, para salvar una vida. No est谩 equipada para cuidar la curaci贸n que se necesita despu茅s”.

A man in glasses and a sports jersey stands next to a tree and poses for a photo.
Despu茅s de recibir un disparo en la pierna en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, a Lemons le dijeron inicialmente que no extraer铆an la bala, a menos que se volviera un problema. “Entiendo, pero no me gusta”, dice Lemons. “驴Por qu茅 no la sacar铆an si pudieran?”(Bram Sable-Smith/蘑菇影院 Health News)

En la encuesta a los cirujanos, las razones m谩s comunes dadas para extraer una bala fueron el dolor, una bala palpable alojada cerca de la piel o una infecci贸n. Mucho menos comunes fueron la intoxicaci贸n por plomo y las preocupaciones de salud mental como el trastorno de estr茅s postraum谩tico y la ansiedad.

Los cirujanos dijeron que lo que quer铆an los pacientes tambi茅n impactaba en sus decisiones.

Lemons quer铆a que le quitaran la bala. El dolor en su pierna se irradiaba desde su muslo, lo que le dificultaba moverse durante m谩s de una hora o dos. Era imposible trabajar en el dep贸sito.

“Tengo que levantar 100 libras cada noche”, record贸 Lemons que le dijo a sus m茅dicos. “Tengo que levantar a mi hijo. No puedo trabajar as铆”.

Ha perdido sus ingresos y su seguro de salud. Otro racha de mala suerte: el due帽o de la casa que alquilaban decidi贸 venderla poco despu茅s del desfile, y tuvieron que encontrar un nuevo lugar para vivir.

A woman sits next to a man on a couch. The woman holds a walker.
En el caos de la balacera en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs y el traslado al hospital, Sarai Holgu铆n perdi贸 su bolso y su tel茅fono celular. Su esposo, C茅sar, y su hija la buscaron durante cerca de ocho horas.(Christopher Smith for 蘑菇影院 Health News)

La casa actual es m谩s peque帽a, pero era importante mantener a los ni帽os en el mismo distrito escolar con sus amigos, dijo Lemons en una entrevista en el dormitorio rosa de Kensley, el lugar m谩s tranquilo para hablar.

Han pedido dinero prestado y recaudaron para ayudar con el dep贸sito y las reparaciones del autom贸vil, pero el tiroteo del desfile ha dejado a la familia en un profundo pozo financiero.

Sin seguro, Lemons tem铆a no poder pagar para que le extrajeran la bala. Luego se enter贸 que su cirug铆a ser铆a pagada por donaciones. Program贸 una cita en un hospital al norte de la ciudad, donde un cirujano tom贸 medidas en su radiograf铆a y le explic贸 el procedimiento.

“Necesito que est茅s involucrado tanto como yo voy a estar involucrado”, record贸 que le dijeron, “porque 鈥攁divina qu茅鈥 esta no es mi pierna”.

La cirug铆a est谩 programada para este mes.

鈥淣os hicimos amigas鈥

Sarai Holgu铆n no es gran fan谩tica de los Chiefs, pero acept贸 ir al rally en Union Station para mostrarle a su amiga el mejor lugar para ver a los jugadores en el escenario.

Era un d铆a inusualmente c谩lido, y estaban paradas cerca de una entrada donde hab铆a muchos polic铆as. Hab铆a pap谩s con beb茅s en cochecitos, los ni帽os jugaban al f煤tbol americano y Holgu铆n se sent铆a segura.

Un poco antes de las 2 pm, escuch贸 lo que pens贸 que eran fuegos artificiales. La gente comenz贸 a correr lejos del escenario. Se dio vuelta, tratando de encontrar a su amiga, pero se sinti贸 mareada. No se dio cuenta que le hab铆an disparado. Tres personas r谩pidamente la ayudaron a tirarse al suelo, y un extra帽o se quit贸 la camisa e hizo un torniquete en su pierna izquierda.

Holgu铆n, originaria de Puebla, M茅xico, ciudadana estadounidense desde 2018, nunca hab铆a visto tanto caos, tantos param茅dicos trabajando bajo tanta presi贸n. Fueron “h茅roes an贸nimos”, dijo.

A woman sits on a couch, holding a walker, with a bandage wrapped around her left knee.
Holgu铆n, originaria de Puebla, M茅xico, ciudadana estadounidense desde 2018, recibi贸 una bala en la pierna en el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs. Ahora usa un andador, y dice que la consecuencia m谩s frustrante es no poder viajar para ver a su padre de 102 a帽os, que est谩 en M茅xico.(Christopher Smith for 蘑菇影院 Health News)

Los vio atendiendo a Lisa L贸pez-Galv谩n, una conocida DJ de 43 a帽os y dos hijos. L贸pez-Galv谩n muri贸 en el lugar, y fue la 煤nica v铆ctima mortal. A Holgu铆n la llevaron a University Health, a unos cinco minutos de Union Station.

All铆, la operaron, pero dejaron la bala en su pierna. Holgu铆n se despert贸 en medio de m谩s caos. Hab铆a perdido su bolso y su tel茅fono celular, as铆 que no pudo llamar a C茅sar, su esposo. La internaron en el hospital bajo un alias, una pr谩ctica com煤n en los centros m茅dicos para comenzar a atender al paciente de inmediato.

Su esposo e hija no la encontraron hasta cerca de las 10 pm, unas ocho horas despu茅s de que le dispararan.

“Ha sido un gran trauma para m铆”, dijo Holgu铆n a trav茅s de un int茅rprete. “Estaba herida y en el hospital sin haber hecho nada malo. [El rally] era un momento para jugar, relajarse, estar juntos”.

Holgu铆n estuvo una semana internada, e inmediatamente tuvo dos cirug铆as ambulatorias m谩s para eliminar el tejido muerto alrededor de la herida. Us贸 un dispositivo especial durante varias semanas y tuvo citas m茅dicas cada dos d铆as.

Campbell, el cirujano de trauma, dijo que esos dispositivos, llamados 鈥渄e cierre asistido por vac铆o鈥 son comunes cuando las balas da帽an tejidos que no se pueden reconstruir f谩cilmente en la cirug铆a. (Ayudan a acelerar el proceso de cierre de la herida)

A woman wearing a black dress walks in her dining room using a walker.
En el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs, Holgu铆n escuch贸 lo que pens贸 que eran fuegos artificiales, sin darse cuenta que le hab铆an disparado. Tuvo una cirug铆a y los m茅dicos optaron por dejar la bala en su pierna. Ahora usa un andador para moverse.(Christopher Smith for 蘑菇影院 Health News)

“No son solo las lesiones f铆sicas”, dijo Campbell. “Muchas veces son las lesiones emocionales, psicol贸gicas, que muchos de estos pacientes tambi茅n experimentan”.

La bala sigue cerca de la rodilla de Holgu铆n.

“La tendr茅 por el resto de mi vida”, dijo, agregando que ella y la bala se han convertido en “compas”, amigas cercanas. “Nos hicimos amigas para que ella no me haga ning煤n otro da帽o”, dijo Holgu铆n sonriendo.

Punch, de la Bullet Related Injury Clinic en St. Louis, dijo que algunas personas como Holgu铆n pueden tener la fortaleza mental para vivir con una bala en el cuerpo.

“Si puedes crear una historia sobre lo que significa que esa bala est茅 en tu cuerpo, eso te da poder; te empodera”, dijo Punch.

An adolescent girl lies in a hospital bed with wounds on her face.
Una bala atraves贸 la mand铆bula de Mireya Nelson durante el desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs el 14 de febrero. Tambi茅n tiene fragmentos de bala en el hombro y necesitar谩 que le hagan pruebas de plomo en la sangre por al menos los pr贸ximos dos a帽os.(Erika Nelson)

La vida de Holgu铆n cambi贸 en un instante: est谩 usando un andador para moverse. Su pie, dijo, act煤a “como si hubiera tenido un derrame cerebral”, se queda colgando y es dif铆cil mover los dedos de los pies.

La consecuencia m谩s frustrante es que no puede viajar para ver a su padre de 102 a帽os, que est谩 en M茅xico. Lo ve en video a trav茅s de su tel茅fono, pero eso no ofrece mucho consuelo, dijo, y pensar en 茅l la hace llorar.

En el hospital le dijeron que sus facturas m茅dicas ser铆an cubiertas, pero luego muchas de ellas llegaron por correo. Intent贸 obtener ayuda para las v铆ctimas del estado de Missouri, pero le costo entender todos los formularios que ten铆a porque estaban en ingl茅s.

Solo alquilar el dispositivo de cierre asistido por vac铆o costaba $800 al mes.

Finalmente escuch贸 que el Consulado de M茅xico en Kansas City pod铆a ayudar, y el c贸nsul la remiti贸 a la Oficina del Fiscal del condado de Jackson, donde se registr贸 como v铆ctima oficial. Ahora todas sus facturas est谩n siendo pagadas, dijo.

Holgu铆n no buscar谩 tratamiento de salud mental, ya que cree que uno debe aprender a vivir con una situaci贸n determinada o se convertir谩 en una carga. “He procesado este nuevo cap铆tulo en mi vida”, dijo Holgu铆n. “Nunca me he rendido y seguir茅 adelante con la ayuda de Dios”.

鈥淰i sangre en mis manos鈥

Mireya Nelson lleg贸 tarde al desfile. Su madre, Erika, le dijo que se fuera temprano, por el tr谩fico y el mill贸n de personas que se esperaba en el centro de Kansas City, pero ella y sus amigos adolescentes ignoraron el consejo. Los Nelson viven en Belton, Missouri, aproximadamente a media hora al sur de la ciudad.

Mireya quer铆a sostener el trofeo del Super Bowl. Cuando ella y sus tres amigos llegaron, el desfile que hab铆a pasado por el centro ya hab铆a terminado y hab铆a comenzado el rally en Union Station. Estaban atrapados entre la multitud y se aburrieron r谩pido, dijo Mireya.

Mireya y una de sus amigas intentaron llamar al conductor de su grupo para irse, pero no ten铆an se帽al en el celular, por la gran multitud.

En medio del caos de personas y ruido, Mireya de repente se desplom贸.

“Vi sangre en mis manos. As铆 que supe que me hab铆an disparado. S铆, y simplemente me arrastr茅 hacia un 谩rbol”, dijo Mireya. “En realidad, al principio no sab铆a d贸nde me hab铆an disparado. Solo v铆 sangre en mis manos”.

La bala roz贸 la barbilla de Mireya, atraves贸 su mand铆bula, le rompi贸 el hombro y sali贸 por su brazo. Quedaron fragmentos de bala en su hombro. Los m茅dicos decidieron dejarlos porque la joven ya hab铆a sufrido mucho da帽o.

A photo of a woman in a hospital bed. A man and a woman stand next to her, smiling.
Nelson fue una de al menos 24 personas heridas por disparos durante el desfile. Aqu铆, el mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes, y su esposa, Brittany, la visitan en el Children鈥檚 Mercy Hospital.(Erika Nelson)

Por ahora, la madre de Mireya apoya esa decisi贸n, se帽alando que eran solo “fragmentos”. “Creo que si no la van a da帽ar el resto de su vida”, dijo Erika, “no quiero que siga volviendo al hospital y teniendo cirug铆as. Eso es m谩s trauma para ella y m谩s tiempo de recuperaci贸n, m谩s terapia f铆sica y cosas as铆”.

Punch dijo que los fragmentos de bala, especialmente los que son solo superficiales, a menudo se abren paso como astillas, aunque a los pacientes no siempre se les dice eso. Adem谩s, agreg贸, las lesiones causadas por las balas se extienden m谩s all谩 de aquellos con tejido da帽ado a las personas a su alrededor, como Erika. Pidi贸 un enfoque hol铆stico para recuperarse de todo el trauma.

“Cuando las personas permanecen en su trauma, ese trauma puede cambiarlas para toda la vida”, dijo Punch.

Mireya ser谩 sometida a en su sangre durante al menos los pr贸ximos dos a帽os. Ahora sus niveles est谩n bien, dijeron los m茅dicos a la familia, pero si empeoran, necesitar谩 cirug铆a para remover los fragmentos, dijo su madre.

Campbell, el cirujano pedi谩trico, dijo que el plomo es particularmente preocupante para los ni帽os peque帽os, cuyos cerebros en desarrollo los hacen especialmente vulnerables a sus . Incluso 鈥3.5 microgramos por decilitro鈥 es suficiente para informar a las autoridades de salud estatales, seg煤n los Centros para el Control y Prevenci贸n de Enfermedades (CDC).

Mireya habla sobre adolescentes lindos, pero todav铆a usa pijamas de Cookie Monster. Parece confundida por los tiroteos, por toda la atenci贸n en casa, en la escuela, de los periodistas. Cuando le preguntaron c贸mo se siente sobre los fragmentos en su brazo, dijo: “Realmente no me importan”.

Despu茅s de su estad铆a en el hospital, Mireya tom贸 antibi贸ticos durante 10 d铆as porque los m茅dicos tem铆an que hubieran bacterias en la herida. Ha tenido terapia f铆sica, pero es doloroso hacer los ejercicios. Tiene una cicatriz en la barbilla. “Una muesca”, dijo, que es “irregular”.

“Dijeron que tuvo suerte porque si no hubiera girado la cabeza de cierta manera, podr铆a haber muerto”, dijo Erika.

Mireya enfrenta una evaluaci贸n psiqui谩trica y sesiones de terapia, aunque no le gusta hablar de sus sentimientos.

Hasta ahora, el seguro de Erika est谩 pagando las facturas m茅dicas, aunque espera obtener algo de ayuda del fondo , que recaud贸 casi $1.9 millones, o de una organizaci贸n de fe llamada .

Erika no quiere limosnas. Tiene un trabajo en atenci贸n m茅dica y acaba de tener un ascenso.

La bala ha cambiado la vida de la familia de muchas maneras. Ahora forma parte de sus charlas. Hablan sobre c贸mo desear铆an saber qu茅 tipo de munici贸n era, o c贸mo se ve铆a.

“Como si quisiera quedarme con la bala que atraves贸 mi brazo”, dijo Mireya. “Quiero saber qu茅 tipo de bala era”. Eso provoc贸 un suspiro de su mam谩, quien dijo que su hija hab铆a visto demasiados episodios de “Forensic Files”.

Erika se culpa por la herida, porque no pudo proteger a su hija en el desfile.

“Me duele mucho porque me siento mal, porque ella me suplic贸 que dejara el trabajo y no fui all铆 porque cuando tienes un puesto nuevo, no puedes simplemente irte del trabajo”, dijo Erika. “Porque yo hubiera recibido la bala. Porque har铆a cualquier cosa. Es lo que hace una mam谩”.