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Una luchadora por la salud inmigrante, en las cl铆nicas y en las cortes

Jane Garc铆a, CEO de La Raza, en su oficina de Oakland, California. (Ana B. Ibarra/KHN)

OAKLAND, California. – Jane Garc铆a comenz贸 como pasante en La Cl铆nica de La Raza a fines de la d茅cada de los 70, atra铆da por la misi贸n de brindar atenci贸n m茅dica a todos, especialmente a los inmigrantes, independientemente de su estatus legal o capacidad de pago.

Cuarenta a帽os despu茅s, Garc铆a, de 66 a帽os, es la directora ejecutiva de la organizaci贸n, que ahora opera m谩s de 30 cl铆nicas en los condados de Alameda, Contra Costa y Solano, y atiende a unos 90,000 pacientes al a帽o. Cerca del 65% son latinos, muchos de ellos inmigrantes.

Garc铆a, quien tiene ra铆ces mexicanas, creci贸 en la ciudad fronteriza de El Paso, en Texas. Recuerda que su familia visitaba con frecuencia Ju谩rez, en M茅xico, para comprar alimentos, cargar gasolina o cortarse el cabello.

Por eso, abogar por los inmigrantes fue algo natural, dijo Garc铆a. Pero la mujer no ha limitado su defensa a las cl铆nicas comunitarias.

En la d茅cada de los 90, California experiment贸 una oleada de ataques antiinmigrantes, similares a las que se han manifestado en otras partes de los Estados Unidos en la actualidad. El entonces gobernador, el republicano Pete Wilson, tom贸 medidas en茅rgicas contra la inmigraci贸n ilegal y defendi贸 la , que negaba el acceso de inmigrantes sin papeles a la atenci贸n m茅dica y a la educaci贸n p煤blicas. La medida, adoptada por los votantes en 1994, nunca entr贸 en vigencia porque fue declarada por una corte federal.

Garc铆a demand贸 a la administraci贸n de Wilson en 1997 por sus intentos de cancelar la atenci贸n prenatal para embarazadas indocumentadas a trav茅s de Medi-Cal, la versi贸n estatal del programa federal de Medicaid para personas de bajos ingresos. Present贸 la demanda en nombre de las mujeres inmigrantes indocumentadas, y gan贸.

“En ese entonces, fue algo muy valiente poner a la cl铆nica en medio de esa lucha y ser la vocera de esa demanda”, dijo Carmela Castellano-Garc铆a, CEO de la Asociaci贸n de Atenci贸n Primaria de California, que representa a las cl铆nicas comunitarias de salud. 鈥淩ecuerdo haber estado impresionada por su audacia鈥.

Hoy, La Cl铆nica es la principal demandante en una de varias acciones legales que desaf铆an el intento de la administraci贸n Trump de expandir la , lo que permitir铆a a funcionarios federales de inmigraci贸n negar m谩s f谩cilmente la residencia permanente a quienes dependen de ciertos beneficios p煤blicos, como Medicaid.

Los jueces federales bloquearon temporalmente la entrada en vigencia de la norma a mediados de octubre, por lo que la demanda de Garc铆a est谩 suspendida.

La Cl铆nica de La Raza tiene una larga historia. Fue fundada en 1971 por estudiantes de la Universidad de California-Berkeley que eran objetores de conciencia a la Guerra de Vietnam, cont贸 Garc铆a. En lugar de servir en las fuerzas armadas, llegaron a un acuerdo con el gobierno federal para establecer una cl铆nica gratuita en el vecindario Fruitvale de Oakland, en donde la principal preocupaci贸n de sus residentes era el acceso a la atenci贸n m茅dica.

Garc铆a habl贸 con Ana B. Ibarra, de California Healthline, en su oficina, ubicada al otro lado de la calle de la cl铆nica original de Fruitvale. El lugar est谩 lleno de plantas, retratos del activista C茅sar Ch谩vez, im谩genes de Nuestra Se帽ora de Guadalupe y un p贸ster enmarcado de “Salud para todos”.

-Ampliar el acceso a la atenci贸n m茅dica para inmigrantes ha sido su misi贸n desde el primer d铆a. 驴Qu茅 la atrajo a esta causa?

Crec铆 en el barrio de El Paso, Texas. Mi familia recibi贸 muchos servicios a trav茅s de los departamentos de salud p煤blica o de las escuelas. Por ejemplo, nuestras vacunas. Entend铆 desde siempre la importancia de los programas de salud p煤blica.

Al comienzo de mi carrera universitaria estaba en medicina, pero decid铆 que la qu铆mica y la biolog铆a no eran para m铆. Cuando estaba estudiando en Yale, trabaj茅 en un centro de salud comunitario como traductora, con familias principalmente puertorrique帽as.

Luego llegu茅 a La Cl铆nica y realmente me fascin贸 lo que estaban haciendo. Me encant贸 de lo que se trataba este movimiento: era sobre justicia social.

– 驴Por qu茅 cree que es importante que todos tengan acceso a una atenci贸n m茅dica integral, independientemente de su estatus migratorio?

Solo brindando servicios a todos podemos tener un verdadero impacto. Cuando llega la temporada de gripe, no te pregunta sobre tu estatus migratorio.

Nos corresponde a todos mantener sanas a todas nuestras comunidades y proporcionar acceso al nivel m谩s b谩sico para evitar la sala de emergencias.

Mi hija es enfermera de urgencias y me dice: “Mam谩, no sabes cu谩ntas personas usan la sala de emergencias de manera inapropiada”. Y eso es porque no tienen acceso a nada m谩s. Esa es su atenci贸n primaria.

-A partir de 1986, las mujeres inmigrantes indocumentadas de bajos ingresos pudieron comenzar a recibir atenci贸n prenatal a trav茅s de Medi-Cal, pero usted pas贸 muchos a帽os defendiendo esa cobertura, incluso en los tribunales. 驴Por qu茅 fue algo tan pol茅mico?

Nuestro enfoque siempre ha sido las familias, por lo que realmente nos enfocamos en brindar acceso a la atenci贸n primaria b谩sica, y la atenci贸n prenatal era un gran problema para nuestras comunidades en ese entonces porque era como una papa caliente para los pol铆ticos: mujeres indocumentadas buscando servicios.

Tuvimos que luchar para asegurarnos que los hospitales a los que 铆bamos a dar a luz a nuestros beb茅s admitieran a nuestras pacientes. Y que nuestras pacientes se sintieron c贸modas. Las ayudamos a acceder a Medi-Cal, o a negociar planes de pago con el hospital. Recuerdo que nuestros m茅dicos escuchaban comentarios como: “Est谩s convirtiendo nuestro hospital en una instalaci贸n comunal”.

Presentamos una demanda en nombre de algunas mujeres indocumentadas en 1997. Ellas fueron las verdaderas guerreras. Yo solo fui la intermediaria.

-Ahora La Cl铆nica est谩 desafiando el intento de la administraci贸n Trump de expandir la regla de 鈥渃arga p煤blica鈥. 驴En qu茅 se parece esta situaci贸n a su pelea de los 90?

Cuando surgi贸 este problema de la 鈥渃arga p煤blica鈥, era una reminiscencia de aquellos d铆as y todo al respecto me record贸 la Proposici贸n 187.

Esa fue una 茅poca en la que todo giraba en torno a ser antiinmigrante. Y hoy estamos viendo lo mismo: los padres mantienen a sus hijos en casa y nuestro n煤mero de citas disminuye. Esta es como la segunda ola de la misma situaci贸n, salvo que, creo, hemos podido cambiar un poco la narrativa.

Particularmente aqu铆 en California, no vemos tanto la palabra “ilegal”, y vemos menos visualizaciones de personas que cruzan la frontera como 鈥渃ucarachas鈥. Los mensajes que le est谩bamos dando a los pacientes en ese momento no eran muy diferentes de los que les damos ahora. Son: contin煤a recibiendo tus servicios aqu铆, somos un lugar seguro y no compartimos tu informaci贸n.

– 驴Pensaba que el pa铆s entrar铆a en el a帽o electoral 2020 con esta situaci贸n?

Como pa铆s, definitivamente hemos dado algunos pasos hacia atr谩s, no hay duda, pero no estamos comenzando desde cero. Como defensores, estamos mucho mejor armados con datos y podemos mostrarte la cantidad de impuestos que pagan las familias inmigrantes, podemos decirte lo importantes que son para la fuerza laboral.

Creo que California, les guste o no, es l铆der. Y con el compromiso del estado de cubrir a todos, podremos demostrar que, al final, esa estrategia es el camino a seguir para tener comunidades m谩s saludables y una sociedad m谩s productiva.

Esta historia de聽KHN聽fue publicada primero en聽, un servicio de la聽.

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